"El hotel perfecto, muy tranquilo y bonito, pero el restaurante nos ha parecido excesivamente caro para la comida que nos sirvieron, unas setas a la plancha sosas y aceitosas, una especie de pulpo a la gallega cubierto por medio centímetro de aceite y unas carrilleras que aunque nos dijeron que era uno de sus mejores platos estaban sosas y la salsa inconsistente y simplona. Lo mejor , eso sí, por decir algo , los postres. Sr. Camarero o relaciones públicas sirviendo platos y conversando con los clientes sin la mascarilla y los cocineros la mayoría del tiempo no la tenían puesta. Dos personas 64 euros. No volveremos, al restaurante."