"Fuimos porque vimos la terraza llena y buenas reseñas, para nuestra sorpresa no nos termino de gustar así que decidimos darle una segunda oportunidad, que mejoró algo tras la sensación que nos habíamos llevado el primer día. El primer día pedimos bravas (las patatas eran como cocidas al horno, salsa rarisima) y el provolone con cherrrys tenía los cherrys puestos fuera del horno (para nuestro gusto hubiese sido mejor dicho estuviesen horneados y calentitos) por no hablar de las croquetas que se parecían a las congeladas del Mercadona… El segundo día pedimos Carme de black angus a la piedra y tardaron muchísimo en traerlo y la pieza tenía más grasa que chicha, pero no estaba mal (algo caro para lo que comimos)"
