"Lugar elegido para el almuerzo del viernes santo, día en el que la ciudad estaba saturada de turistas. Decidimos sentarnos para comer a la una de la tarde para que no hubiese mucho lío en la terraza. Mesas separadas para facilitar la privacidad entre comensales, y terraza agradable puesto que es una amplia plaza con vistas a la muralla. Nos atendió un camarero muy joven (en una de las fotos se le ve , tremendamente profesional. Atento, educado, agradable, rápido y eficaz (si les toca la camarera sus reseñas no serán tan positivas... . Nos tomó rápidamente nota, nos puso las mesas y nos fué sirviendo los diferentes platos muy rápidamente y haciéndolo todo perfecto. La comida... Las patatas revolconas muy ricas, ensaladas muy agradables, calamares tiernos, croquetas ricas, melosas y con buen relleno, y los chuletones exquisitos... tirando mucho a poco hechos (que es como nos gustan , y con sal Maldon repartida por toda su superficie. El chimichurri incomestible, pero con unas piezas de carne con un sabor tan perfecto no es en absoluto necesario. Postre... tarta de queso del montón, sin pena ni gloria. Buen café."