"El Mesón de Angel es el típico bar con solera de Murcia. Es un lugar poco conocido que sólo sabemos de él los que vivimos en la ciudad, ya que no aparece en guías y en ocasiones es hasta complicado encontrar el teléfono, pero a pesar de todo siempre está lleno. Solemos acudir una vez al mes y si alguien de fuera nos visita, ya que es el lugar idóneo para presentarles la gastronomia murciana. Se encuentra a la espalda de la catedral, en pleno centro, pero un poco escondido, ya que está en una calle estrecha que solo tiene un bar al lado, ni portales ni comercios. No se puede hablar del Mesón de Ángel sin hablar del propio Ángel, el dueño del bar, un hombre peculiar y humilde, con un caracter fuerte, que trata a sus clientes como si fuesen amigos (no a todo el mundo le gusta esto), y que su único objetivo es que estemos cómodos en su local. En la barra también podremos encontrar a una chica muy amable que nos sirve todo lo que necesitemos. Es un mesón familiar, pequeño, donde es recomendable reservar sobre todo los fines de semana, pues como he dicho suele estar lleno. La comida es la típica murciana, a base de tapas al centro. Tienen todas las especialidades de la tierra como son los michirones, zarangollo, salchichas y longanizas, montaditos, etc. todo de muy buena calidad y hecho en el dia. El local fue reformado hace algunos años y la decoración aunque nueva sugiere un ambiente rústico haciendo alusión a la huerta murciana. El precio es bastante económico, comiendo bastante y variedad con postre y todo no sales a más de 15€ por cabeza. Si vas a este mesón no puedes dejas de probar el zarangollo, el pisto, y las salchichas al vino, y de postre la tarta de la abuela, casera y que hace la hija del dueño (la mejor que he comido). Una curiosidad es que no tienen cafetera, asi que el café hay que dejarlo para más tarde. Recomiendo este local a todo aquel que quiera conocer la gastronomia murciana sin hacer un gran desembolso, en un bar típico sin grandes lujos."