"Le pongo una estrella por poner algo. Entramos al local, con mesas desocupadas, y el camarero, una persona mayor (desconozco si es el dueño o no), al vernos con un carricoche nos dice que no tiene sitio para atendernos, de malas formas y con mala cara, habiendo varias mesas libres y sin estar reservadas. Si vas con bebes no eres bienvenido, es la primera vez que me pasa esto en mi vida. Muy desagradable la sensación con la que sales del local. No volveremos sin bebe claro."