"Se trata de un restaurante que no deja indiferente El local es una mezcla de palacio, casa señorial con capilla incluida y su majestuoso campanario. Multitud de salones, y un patio fantástico. La comida es excelente, con una gra variedad de platos y sugerencias. El trato es esquisito. Nos sirvió Angela, y la verdad es que ha sido un placer. A destacar la carta de vinos, más bien es un libro, donde se incluyen cientos de fotos de grandes platos que se pueden degustar en este establecimiento. La comida en el patio, regada con la mejor Cruzcampo y rodeado de olivos centenarios ha sido un autentico placer. Finalmente, Jose Antonio el propietario nos deleitó con una visita por algunos de los salones donde cuelgan lámparas inmensas, y muebles preciosos. Realmente estoy deseando repetir."