"Reservé mesa 1 día antes para cenar con mis padres y mi pareja en este restaurante, ya que parecía tener buena pinta por su página web, y por las opiniones de aquí, pero nuestra experiencia ha sido más negativa que positiva. Para empezar, llegamos 15 minutos antes de la hora de la reserva y el dueño nos pidió hacer un poco de tiempo tomando algo en la barra. Así lo hicimos, pero a la hora de la reserva seguíamos sin poder pasar al comedor, por lo visto porque aún no había llegado el camarero. El dueño se disculpó en varias ocasiones por el retraso, agradeciéndonos la espera, pero ya no estábamos cómodos. Cuando por fin pasamos al comedor, es una pequeña terraza cerrada, bien decorada, pero con un suelo de césped artificial que suena y se mueve al andar, con lo cual cada vez que pasaba el camarero temblaba todo. Y la comida nada especial: pedimos unas croquetas de boletus, que estaban buenas, pero parecían congeladas y sabían mucho a pescado, probablemente por haberlas frito en aceite de pescado, mis padres un salmón a la plancha tan poco hecho que casi estaba crudo, pero se lo comieron por no esperar más, mi pareja un bocadillo que parecía más una hamburguesa, y yo una pasta rellena de calabaza, piñones y aceitunas con salsa de tomate, muy rica pero muy poca cantidad. Y de postre unas tartas de vainilla y de chocolate y un flan de queso, que dicen ser caseros, pero no lo parecen. Y solo por eso nos cobraron 73€, una barbaridad. Además, no es la misma carta que tienen en su página web, la han cambiado casi toda y no están la mayoría de los platos que ponen. Conclusión: no volveremos a ir a este restaurante ."