"Hemos comido un cocido montañés insuperable, la sopa de fideos ha hecho las delicias de los niños y el arroz negro con calamares también de muerte. Los segundos, solomillo al oporto y al queso y el cachorro súper tiernos y jugosos. Y para terminar una tarta de galletas de abuela casera, que ha sido la guinda del pastel. Además de rico el servicio inmejorable, atento y agradable a más no poder. Súper recomendable, no dudéis en visitarlo."