"Si hace 2 años fueron las quisquillas, las mejor probadas jamás, en esta ocasión fueron las almejas, lo mejor de lo mejor, los salmonetes, también maravillosos, y aunque eran unos cuantos, no me harte y me entraron muy bien. Esteban, alma mater del lugar, agradable y solícito, a pesar de atender varias mesas a la vez. Único punto no positivo, el lenguado que tomó mi mujer, a decir verdad no estaba a la altura de lo demás. Pero en general, un coronel de satisfacción."