"A pesar de los buenos comentarios , mi experiencia no ha sido del todo satisfactoria. Fuimos de comunión y el día fue horrible de lluvia. Eso no es culpa de nadie logicamente. El restaurante no tenía un plan B bien preparado para después de la comida. Estaba todo pensado para hacerse fuera; como no pudo ser, hubo que esperar que desalojaran un salón para el baile. Supongo que a los del salón tampoco les haría gracia ese tema. Total, que el baile era caótico, con mesas aún montadas de comidas, poco espacio para tantas comuniones... Deberían no coger tantas y dejar un espacio vacío para el baile si llueve o para que estén los niños, y no en la calle bajo un techado como estuvieron un buen rato. Cierto que los camareros intentaron buscar alternativas y fueron muy amables. Ninguna queja hacia ellos, si no a la parte de gestión. Se notó la avaricia del restaurante de querer llenar todo de comensales hasta el último milímetro sin tenerlo bien preparado para estas circunstancias. Se que en épocas post covid, por temas de aforo, se estaba mucho mejor, pero ahora ya no parece que existan los aforos. Por lo menos nos dejaron alargar el tiempo y al final pudimos pasar un rato agradable."