"Seguimos viniendo y seguimos disfrutando como el primer día. La primera vez, aunque llegamos sin reserva, pudimos sentarnos (pre-covid). Es grande, pero estaba lleno. Lo suyo son los menús y sólo hay que leerlos para darte cuenta de que vas a salir bien. Los platos son elaborados y la presentación a juego, las cantidades generosas y el resultado excelente. Portobello relleno de crema de espinacas con queso fundido y huevo frito a caballo, entraña con patata caliu y chimichurri, más el postre, formaba parte de mi menú. Otros platos de la familia eran una cazuela de arroz caldoso para dos dónde podrían comer cuatro, cuarto de libra con queso fundido .... Postres... Comimos mucho y muy rico. Como pega podría decir que el espacio entre las mesas habría que reajustarlo, es difícil meterte en los huecos. Curioso sitio, con un nombre sin nombre (Mesón), al que volveremos, seguro. Muy recomendable. Hemos vuelto varias veces y cada vez ha sido perfecta. Hemos probado de todo y está riquísimo. Suele estar muy concurrido así que, la reserva se hace indispensable si deseas no jugar con la suerte, y más con el asunto covid de por medio, que les obliga a espaciar las mesas y comensales."