Pomodoro - Speisekarte

Comida está buena, bastante pero no son muy simpáticas las camareras. La verdad que la comida está buena pero suspenso en atención.

Nos an tomado gato por liebre no pedir nunca salsa de trufa sabe a setas y súper mega aceitoso esto no es salsa ni es nada es puro aceite

Llegada a las 15:40 para comida, personal desagradable y no nos atienden con malas formas Tenemos q buscar otro lugar para comer. Gambrinus

La comida normal para el tipo de restaurante que es. El menú de niños siempre hay algo que no tienen. Falta un aseo en el restaurante. No volveré.

En este restaurante no guardan las distancias de seguridad entre unas mesas y otras. Las tienen todas operativas. Te sientas a escasos 5ocm unos de otros.

Sin cubiertos la pasta sin sabor como tenga más de una mesa ya no dan pie con bola La responsable si se puede llamar responsable por de vergüenza el llevar el negocio las cosas frías

Volvíamos de nuestro viaje en coche desde Barbarte. Paramos a comer porque era tarde y el centro comercial nos indicaba que estaba abierto. Es económico y sencillo, para salir del paso sin más. No es un sitio que volveríamos a repetir para comer algún día. (Nosotros fuimos hace un año).

Nos ha gustado mucho comer aquí. El servicio es muy muy rápido. Una de las pizzas no estaba igual de buena que las demás, pero el resto de los platos muy ricos y sabrosos. Nos ha agradado muchísimo la variedad en SIN GLUTEN. Mi hijo ha podido disfrutar de una deliciosa pizza de jamón york y como no quedaba de bbq le han puesto una tarrina para mojar. La amabilidad de los trabajadores se agradece mucho. Hemos comido 5 personas por 35€

La comida exquisita, pero el camarero me sirve la comida y no me deja terminar, me apaga todo, luces y aire, me cierra todo y hace un comentario detrás de la barra con voz más bien alta, cito textualmente: me está viendo y se la pela tío!! Me levanto y me voy por vergüenza, si era hora de cerrar, que lo diga como se lo dijo a una chica que entró 10 minutos después de mi, si no puedes servir yo lo entiendo y me voy a otro sitio a comer, pero eso no se hace, y digo justo el sitio y el día para que se sepa el camarero, 25 de agosto al mediodía, en Écija, Sevilla, centro comercial n4. Seguiré comiendo en el pomodoro porque me encanta, pero ahí no vuelvo más. De vergüenza.