Casa Manaderorobledillo De Gata

Pequeño restaurante ubicado en una casa antigua. Cocina sencilla sin grandes alardes, muy bien elaborada. Muy buena experiencia.

Le doy un 10 en todo. El restaurante es una preciosidad, Antonio nos atendio con mucha amabilidad y haciendo os sentir como en casa Gracias!

Estuvimos este verano y todo fue espectacular pero si tenemos que resaltar algo, sería el trato recibido de sus trabajadores, Vanesa, Martín jara Claudia Verónica y su anfitriona caridad. Gracias

Municipio de encanto. Pareces volver a la edad media. Todas las calles, por sus construcciones tienen su encanto. El servicio que ofrece casa Manadero es muy atento y profesional. El trato es muy familiar.

Está en un lugar muy bueno, está genial, muy limpio y la atención estupenda, el desayuno es un lujazo, estaba todo muy tranquilo y es muy recomendable para estar en un sitio rural conectado con la naturaleza

Un lugar espectacular, hoy comimos en casa Manadero, unas migas extremeñas espectaculares, croquetas sin palabras, un trato exquisito, sin duda recomendable 100% y el sitio para comer preciosos, Robledillo de Gata.

Maravilhoso! Não me lembro exatamente o nome da menina que nos atendeu (creio que era Vanessa), o atendimento dela foi ótimo, explicou sobre os pratos, explicou sobre os vinhos, tudo perfeito. O restaurante é lindo e a comida maravilhosa demais!

Comida muy buena y típica de la Sierra de Gata. Recomiendo el salteado de setas, los pistos , las migas con huevo y la ensalada de naranjas muy típica de la zona . Está en una casa con mucho encanto justo al lado de una subida a una pequeña cascada. Atención muy buena y simpática. Venden también productos típicos como quesos, mermeladas, miel o cervezas artesanas.

Pasamos por la puerta dando un paseo y dejamos la mesa, la que esta en el balcón que da a la fuente Manadero, reservada para las 14:00. Un lujo comer en ese entorno con el rumor y el frescor del agua al lado. La comida estupenda: la ensalada de naranja riquísima, la caldereta de chivo, no confundir con el cordero, espectacular y la tabla de quesos de la zona lo mismo. Un vinillo blanco de Pitarra que estaba de aquella manera, para mi una sorpresa, solo conocía el tinto. La pena que, entre unas cosas y otras, se nos fue el tiempo, cerro la tienda el sábado, el domingo salimos de ruta, comimos en otro sitio, por la tarde no abrían y no pudimos comprar de lo que habíamos bebido y comido como er...