"Se trata de un interesante local, en pleno centro de la acogedora Angers. Cenamos en familia, con un menú cerrado de 30 €, vino aparte. En mi caso, pedí y tomé una tarta Tatin de tomate y confitura de cebolla roja, con heladito de queso de cabra; después, dorada asada, a las finas hierbas, sobre ensalada de alcachofas en aceite de avellana; y, de postre, una cestita de chocolate, con helado de caramelo casero. Todo bien rico, sin peros. Pude probar, de otros platos, el carpaccio (creo que está ya admitido “carpacho”) de fuagrás y también un poco de bacalao asado con patatas, aceitunas y salsa de pisto, y los encontré ambos igualmente apetitosos. Las raciones, por otra parte, fueron generosas y no me pareció cara la fórmula elegida. Sí, empero, la carta de vinos que, en general, vi subidos de precio. Tomamos un Petra Alba, tinto, de Brissac, que ya conocía, y que en una vinatería se puede encontrar a 12 euros (en bodega, menos) y por el que en el restaurante nos cobraron 32 machacantes.En conjunto, El Provence Caffé es un restaurante agradable y recomendable, con una vista muy simpática desde un primer piso en que está situado, justo frente al precioso Grand Théâtre de la Place du Ralliement. Le pongo un 7."