Bevir - Speisekarte

Experiencia espectacular, muy rico todo y muchos sabores sorprendentes, el trato exquisito.

Excepcional restaurante, menú y servicio ! Además, a su joven chef le queda mucho por explorar .... fabuloso

Gran concepto y servicio. Sólo ingredientes locales y cero residuos. Preciosos platos preparados con el máximo mimo. Los diversos sabores garantizan un menú variado. Es bueno que lo vegetariano también sea una opción completa. El servicio es excelente.

Magnífica cena anoche con la gente del Foro Internacional del Queso en el restaurante Bevir (beber y vivir), nuevo estrella Michelín de Gran Canaria. Un menú sorprendente que gira entorno al mar y la huerta, dando valor al producto. Maridaje estupendo con vinos de la tierra

Magnífica cena anoche con la gente del Foro Internacional del Queso en el restaurante Bevir (beber y vivir), nuevo estrella Michelín de Gran Canaria. Un menú sorprendente que gira entorno al mar y la huerta, dando valor al producto. Maridaje estupendo con vinos de la tierra.

Todo está delicadamente pensado para el deleite. El concepto sostenible es fabuloso y muy necesario en la isla, el servicio no puede ser más profesional y las propuesta gastronómica demuestra el km0 no es marketing, sino una realidad que permite diseñar una carta variada y sorprendente. Loco por volver.

Merecidisima estrella, nos gusto mucho, muy agradable el ambiente, el personal y la comida original, diferente, sorprendente y muy rica. Por poner un pero si tienes alguna alergia te obligan, al menos en nuestro caso a tomar le menú más corto, en nuestro caso se nos quedó un pelin corto y hubiésemos comido más.

Comida increíble, el servicio fue maravilloso, almorzamos a mitad de semana como pareja inglesa de vacaciones. Incluso como grandes consumidores de carne, este menú solo de pescado nos dejó boquiabiertos. Muy recomendable para cualquiera que esté en Gran Canaria hacer una visita. No es caro comparado con restaurantes de nivel similar. Me encantó y volvería.

Aunque la propuesta de no servir carne en los menús degustación nos pareció muy interesante, esperaba más, la verdad... Las combinaciones eran algo sosas y no hubo ningún plato que nos impresionara especialmente. Además, el sumiller nos pareció chabacano y poco profesional (discutiendo nuestra opinión sobre el vino, casi con malos modos) y el resto del servicio, arrogante. La sala, eso sí, es muy bonita, aunque tampoco es mérito de ellos porque han mantenido la decoración (y también el nombre) del restaurante anterior.