Del Oso - Speisekarte

If you come to eat in this place, you have to prepare or organize because the rations are abundant, and the spectacular dishes the cooked habanes, the speciality of the house and the area, is a reddish dish for the cold or after a walk through the mountains, the dish of cheeses of the area, the rabies with its crisp bounce, the homemade croquettes, the entrecot with excellent cheese is recommended.

Lograr comerse un cocido así (para dos), requiere de mucha hambre y gran espacio estomacal. Pero si además es en Julio, sólo se logra con una temperatura exterior de 20 grados y una receta suculenta que anima a proseguir. Al final, de esta ración para 2, comimos 5 y algo sobró. Me imagino que en invierno, aunque sea más difícil llegar, más apetito dará el frío y más fácil será terminárselo. Además esta zona cercana a Potes es un remanso de belleza y tranquilidad.

the windows of the dining room give to the peaks of europa the most typical of eating in this restaurant is the cooked habane, we opt to order something else. a couple of interns to share and then chop and lamb chops. everything spectacular and the best of all the deal we had. all the food we had to recommend without hesitation and the price very according to the quality of the restaurant is also hotel, has a swimming pool, which in summer the days that do well should be phenomenal. Speisekarte ansehen

When I visited Cantabria, it was very clear that I wanted a gastronomic homage too; and if I have to recommend a place for it, I would say the bear located in the valley of the bano, to get there you have to go through the parade, which although it sounds creepy, is beautiful, with the walls of the rock, the mountains, the intense green. I am used to another landscape, this seemed to me to be a drop of everything, all rations are very generous, they eat two people for the real ration.

eating a cook like this (for two), requires a lot of hunger and large stomach space. but if it is also in July, it is only achieved with an external temperature of 20 degrees and a succulent recipe that encourages continuation. In the end, of this ration for 2, we ate 5 and something remains. I imagine that in winter, even if it is more difficult to reach, more appetite will give the cold and easier will be to finish it. Furthermore, this area near the pots is a remnant of beauty and tranquility.

Los ventanales del comedor dan a los Picos de Europa. Lo mas típico para comer en este restaurante es el cocido Liebanés, nosotros optamos por pedir otra cosa. Un par de entrantes para compartir y luego escalope y chuletitas de cordero. Todo espectacular y lo mejor de todo el trato que tuvimos. Estuvieron pendientes de nosotros toda la comida. Lo recomiendo sin dudarlo y el precio muy acorde con la calidad del restaurante. También es hotel, tiene una piscina, que en verano los días que haga bueno se tiene que estar fenomenal. Speisekarte ansehen

Sin duda, comparto al 100% todas las opiniones que se han ido dejando aquí de este restaurante. No se puede comer más y mejor por menos precio. Recuerdo que la primera vez que fuimos, no pudimos comer por no haber llamado con antelación, con lo cual la segunda vez fue lo primero que hicimos... Allí, cuatro personas comimos con un cocido lebaniego y dos chuletones riquísimos. Creedme que con uno de esos chuletones hubiéramos comido los cuatro sin ningun problema. El servicio y la limpieza son muy notables y esta es una visita que repetiremos sí o sí.

Si venís a comer a este lugar, teneis que prepararos u organizaros porque las raciones son abundantísimas, y los platos espectaculares. El cocido Liebanés, especialidad de la casa y de la zona, es un plato contundente para el frío o tras una caminata por las montañas, el plato de quesos de la zona, las rabas con su rebozado crujiente, las croquetas caseras, el entrecot con salsa de queso de Tresviso, un gazpacho sabrosísimo y con toda su guarnición..., en resumen, platos poco elaborados con una materia prima excelente y un no menos excelente servicio en un entorno de montañas inigualable. Es recomendable llamar antes de ir.

Cuando visité Cantabria, tenía muy claro que quería un homenaje gastronómico también; y si tengo que recomendar un sitio para ello, diría El oso. Situado en el valle de Liébana, para llegar hay que el travesar el desfiladero, que aunque suena espeluznante, es precioso, con las paredes de roca, las montañas, el verde intenso...Yo que estoy acostumbrada a otro paisaje, este me pareció de cuento. Este es un hotel-restaurante familiar, con un personal amable y con una comida espectacular. Recomiendo probrar el cocido liebaniego y montañés, las carnes, los vinos típicos de la zona... Todo,todo. Las raciones son muy generosas, comen dos personas por ración de verdad. Speisekarte ansehen